Te dejaré boquiabierto
con el obsequio que tengo preparado
para ti,
ya verás.
No es algo material,
de ningún modo,
sino que te provocará
idéntica sensación a la de
haber recibido un largo
e intenso abrazo.
¡Que tengas un muy feliz día de cumpleaños!
—
Quizás no esperabas
que me acordara de tu cumpleaños,
hace tanto tiempo que no nos vemos.
Pero ya ves, me acordé.
Y no es porque haya encontrado
la fecha señalada en el almanaque,
sino que hoy me puse a ordenar papeles
y hallé una carta que me enviaste
hace ya mucho, muchísimo tiempo.
Ahí reparé en el día,
¿acaso no existen las casualidades?
Te deseo muchas felicidades,
y espero que nos encontremos pronto,
tal vez quieras recordar lo que me
decías en esa carta…
—
Te saludo por el día de tu cumpleaños
y te propongo una cita,
para poder darte un abrazo como te mereces.
Sé que te va a resultar extraño
lo que tengo para decirte,
pero no quiero dejar pasar más tiempo
y aprovecho la excusa de tu cumpleaños
para manifestarte mi intención
de un encuentro a solas.
¡Muchas felicidades!
Y espero que hayas picado el anzuelo
y accedas a mi pedido casi desesperado.
—
Hoy escribí un mensaje de amor para ti,
lo enrollé y lo introduje adentro
de una botella vacía.
Tapé la botella con un corcho
y la arrojé al mar,
para que las olas la lleven lejos.
Tal vez en alguna playa lejana
alguien encuentre el mensaje.
Espero que cuando se dé cuenta
de que no es el destinatario,
lo vuelva a introducir
en la botella y luego la arroje
de nuevo al mar.
Algún día el mensaje llegará a destino,
estoy seguro de ello.
¡Felicidades en tu día!
—
He tratado de encontrar
un regalo original para ti.
Después de mucho trajinar
se me iluminó el pensamiento
y supe qué era lo mejor
que podía ofrecerte.
Edipo adivinó el enigma de la esfinge,
¿podrás tu descubrir
qué es lo que tengo para obsequiarte?
—
¡Felicidades en tu día!
Quisiera que nos encontremos
porque tengo una sorpresa para ti.
No trates de adivinar cuál es la sorpresa,
sé que te será imposible
porque es algo inesperado.
¡No veo la hora de entregarte mi obsequio!
—
Después de mucho cavilar
decidí que había llegado el momento
de hacerte un regalo
que exprese el profundo afecto
que siento por ti.
No fue fácil la elección,
pero creo que lograré sorprenderte.
Sólo tienes que seguir
al pie de la letra
las indicaciones que te mando en un plano.
Una vez que hayas resuelto los acertijos
descubrirás cuál es mi mensaje.
¡Feliz cumpleaños!,
y no desesperes porque no es tan difícil
encontrar la solución.