¡Cumples 3 años!
Muy pocos años para entender
la palabra escrita
de este mensaje,
pero los suficientes
para que entiendas
lo mucho que te quiero y te necesito.
Me gustaría que puedas
ser feliz, crecer
con alegría y tener paz en tu corazón.
Me gustaría poder protegerte
siempre de todas las inclemencias,
como si fuese tu ángel de la guarda.
¡Muchas felicidades en tu día!
—
¡Feliz cumpleaños!
Te deseo que hoy puedas disfrutar de tu día
realizando lo que más te gusta:
invitando a compartir tus juegos, dejándote
mimar y haciendo alguna travesura.
¡Qué travesura puedes hacer
a los 3 años que pueda causar problemas!
Te quiero y aspiro a que puedas crecer
como una persona de bien.
—
Hoy cumples 3 años
y te regalaré un vestido
de princesa.
Me gusta que seas fantasiosa
y te inventes que eres una princesa,
amiga de todos los animales
del bosque
y con capacidad para hacer el bien.
Me gusta que seas una princesa
bondadosa,
que nunca se te ocurra hacer el papel
de personaje cruel.
Y que cuando llega la hora de la realidad
demuestras a todos
que has aprendido el valor de la palabra
amistad.
Te pones a jugar con tus amigos
y les prestas todos tus juguetes.
—
He comprado una muñeca para ti
que cuando le aprietas el corazón
pronuncia unas palabras
con una dulce voz:
te quiero mucho.
Te deseo un cumpleaños feliz,
y un futuro hermoso.
—
Gracias por tu ternura,
por tus caricias,
por tus besos,
por saber responder a mi amor
con más amor.
En el día de tu cumpleaños,
te deseo una vida plena de felicidad
y que nunca estés privada
de dar y recibir amor.
—
Hoy festejaremos tu cumpleaños,
mi pequeña,
te agasajaremos con muchos regalos
y te colmaremos de besos y caricias.
Queremos que en tu mente
quede grabado este día
como una inmensa expresión
de todo nuestro cariño.
Cuando seas grande
no sé si te podrás acordar
de lo que sucedió cuando
cumpliste 3 años.
De lo que estamos seguros
es de que te sentirás una persona dichosa
por haber tenido la suerte
de recibir tanto amor.
¡Muchas felicidades!
—
Hay personas que son afortunadas en la vida
porque saben dar y recibir amor a raudales.
Yo quiero que tú, mi pequeña,
seas de esas personas
que han sido tocadas
por una especie de varita mágica.
Me gustaría que tengas la suerte de recibir el don
de hacer feliz a otras personas,
a la vez que abras tu corazón
para recibir mucho amor.
Te quiero con toda mi alma,
te lo diré y te lo haré sentir siempre,
para que nunca dudes de mi amor.
¡Muchas felicidades en tu día!