Mi pequeño sol.
Te escribo un mensaje
para guardarte
junto a las fotos
y a los recuerdos de tu
cumpleaños.
Para que un día lo puedas leer
y me recuerdes con cariño.
Estoy muy feliz
de verte crecer
con alegría y
y quiero ofrecerte
todo lo que esté a mi alcance
para que estés bien siempre.
Te quiero con toda mi alma.
—
Cuando te miro
no puedo evitar
proyectarme hacia el futuro.
Deseo poder disfrutar de ti
toda la vida.
No voy a ser una madre
que te corte las alas.
Quiero que crezcas sin miedos
libre para volar
y encontrar por ti misma
tu propia felicidad.
La vida es una búsqueda
y no debemos quedarnos
dejando que el tiempo
se nos vaya rápido
sin arriesgarnos para nada.
Así que sé muy bien
que aunque sufra
un poquito
por lo que te pueda pasar
voy a impulsarte
a vivir tu tiempo.
¡Felicidades en tu día,
mi pequeña!
—
Querida hija.
Hoy cumples años
y me parece increíble
como creces de rápido.
A veces tengo temores
por lo que pueda suceder
o me angustio
ante la idea de que alguien
pueda herir tus sentimientos.
Desearía tener el poder
de evitarte todos los males.
Pero sé que no es posible
porque a veces
sufrir es parte de la vida.
Hoy te veo despreocupada
asomándote a descubrir
cosas nuevas
que llaman tu atención.
Y estoy a tu lado
para ayudarte a crecer
segura de ti misma.
Que los cumplas feliz,
que los cumplas feliz,
que los cumplas, que los cumplas,
que los cumplas feliz.
—
Eres lo que más quiero en el mundo
te he deseado con todo mi corazón
y agradezco a la vida el tenerte.
Hoy no puedes leer lo que te escribo
aún eres demasiado pequeña para ello,
aunque sé que con caricias y besos
puedes sentir mi amor inmenso.
Te deseo un feliz cumpleaños
y que puedas crecer
haciendo lo que más te gusta
y rodeada de mucho amor.
¡¡Felicidades!!
—
Escribí un mensaje
deseándote feliz cumpleaños
y un futuro
pleno de alegrías.
Haré un barco de papel
e iremos juntas
a la fuente del parque
para hacerlo navegar.
Nos sentaremos a mirar
mientras el barco
se mece en las aguas.
Luego querrás ir a las hamacas
y a la calesita,
y comprar alguna golosina.
Me encante verte reír
y mirar cuánto disfrutas
de las pequeñas cosas.
—
¡Feliz cumpleaños, mi pequeña hija!
No me imagino
lo que hubiese sido mi vida
si no te hubiese traído al mundo.
Por suerte estás aquí
y me das toda tu ternura.
Solo pido que aunque crezcas
nunca pierdas la alegría
que ilumina tu rostro.
Esa alegría inmensa que tienes
y que me contagias.