Muchas felicidades, aun en la
lejanía siempre estás presente
en nuestros pensamientos,
hoy que es tu cumpleaños y
todos los días.
—
Felicidades hermanita,
por muy remoto que sea
el lugar en el que estés
siempre te llevo conmigo,
como si todavía fuésemos
esos niños que jugaban juntos.
—
Muchas felicidades queridísima
hermana, ya sabes que cuando soples
las velas cuentas con el aliento extra
de todos nosotros soplándolas
contigo.
—
Muchas felicidades hermana,
tus sobrinos dicen que este es el último
cumpleaños tuyo que se pierden, así
que ya veremos lo que hacemos si
no vienes tú, tendremos que ir nosotros.
—
La mejor hermana del mundo
cumple años y aunque no pueda
estar con ella para celebrarlo,
nada me puede privar de decirle
lo mucho que la quiero.
—
Muchas felicidades preciosa,
vuelve pronto, no por nada,
sino porque siempre me ha encantado
ponerme tu ropa y tan lejos no te la
puedo quitar.
—
Muchas felicidades hermanita,
me parece fatal que estés tan lejos,
vuelve pronto que pueda hacerte rabiar a gusto,
y sobre todo me brindes ese cariño y ese apoyo
que siempre me has dado.
—
Muchas felicidades guapa,
ahora que estás lejos
me doy cuenta que aunque riñésemos
a veces, siempre necesito
tenerte cerca.
—
Muchas felicidades hermanita,
antes que me preguntes si tengo
novia ya te digo yo que no
porque estoy buscando
una que valga la mitad que
tú y no la encuentro.
—
Muchas felicidades hermana,
a ti cumplir años no te afecta
si acaso el paso del tiempo
te transformará de princesa
en reina.
—
Muchas felicidades hermanita,
qué lista has sido al irte tan lejos,
ahora el que se lleva todas las
broncas soy yo.
—
Muchas felicidades,
¡no sé como puedo vivir
sin tener que esperar una
hora para entrar al cuarto
de baño!
—
Muchas felicidades hermana,
todas las chicas me dicen que soy muy educado
y yo les respondo que es porque me crié
cerca de una princesa.
—
Muchas felicidades, eres la mejor
hermana que puedo tener, aunque la verdad
que tampoco tengo otra para comparar.
—
Muchas felicidades hermanita,
te tengo que decir que no es
que me acuerde mucho de ti,
sino más bien lo que pasa es que
siempre estás en mis pensamientos.
—
Muchas felicidades hermanita, por muy adulta
que seas y por muy lejos que estés para mí
siempre serás esa niña pequeña que siempre
quería jugar conmigo.
—
Muchas felicidades, aunque estés lejos
Siempre estás muy presente en mi corazón
y en el de toda tu familia.