Te considero un grande,
con todas las letras.
Te considero un importante,
un elevado, increíble y
diría que un considerable amigo.
Tan grande eres, lo sé,
que estás por encima
de todos mis demás amigos,
aunque a ellos les provoque
unos celos que no pueden controlar.
Por todo lo que eres, en el día
en que cumples los años
quiero hacerte llegar mi abrazo,
mi saludo fraterno,
y expresarte mi muestra de cariño.
¡Muchas felicidades, hoy y siempre!
—
Desde la primera vez que nos encontramos
supe que ibas a ser un gran amigo
intuí en tu sonrisa franca
y en el apretón de tu mano sobre mi hombro
que habías entrado a mi vida por la puerta grande.
Después hubo tantos gestos, tantas palabras de aliento,
como cuando te llamé a la madrugada porque te necesitaba
o como cuando te pedí que acudieras ¡ya mismo!
y mientras aguardaba el teléfono te vi llegar.
Te agradezco que seas mi amigo y que estés siempre
dispuesto a compartir una charla sin tener apuro.
¡Feliz cumpleaños!
—
¿Qué es lo que hace que un amigo
sea considerado un grande de verdad?
Tal vez es un gesto a tiempo
o la suma de gestos en el tiempo
que lo pintan como un ser único,
con carisma y apasionado para hablar.
Y si tiene algún defecto notable
se lo perdonamos porque ya está,
porque ya se apoderó del mote
que lo califica como gran amigo
y no lo vamos a desplazar tan fácil
de nuestra consideración,
ni queremos.
¡Felicidades en tu día!
—
Siempre pensé que tenía grandes amigos
a los que no podía darles orden jerárquico
para que ninguno de ellos se ofendiera.
Pero el día que te necesité urgente
y no pusiste reparos, al contrario,
cambiaste los planes de la agenda
para acudir presuroso a mi encuentro,
ahí supe que te colocaba primero en la lista
aunque por el abecedario estés usurpando el lugar.
Al descomunal amigo que tengo le deseo:
¡Feliz cumpleaños!
—
En el día de tu cumpleaños
me gustaría que nos encontremos
para hacer un brindis
y desearte buenos augurios.
No siempre se tiene la suerte
de tener amigos como tú
que se comprometen hasta lo
más íntimo de su ser.
¡Que tengas el mejor de tus días!
—
Tu espíritu enérgico,
tus palabras fascinantes,
tu humor para ver lo trágico
y hallar consuelo.
De verdad, me asombran
tus múltiples facetas
siempre por descubrir.
Pero lo que no tengo que descubrir
porque ya me ha quedado demostrado
es tu capacidad de entrega
cuando un amigo te necesita.
¡Gracias por considerarme tu amigo!
Y no te digo estas palabras bonitas
para vanagloriarte porque sea tu cumpleaños
sino porque me nacen desde el corazón.