Mi gran amiga de mi vida
que todo lo hago por ella
y ella todo lo hace por mí.
Hoy es tu cumpleaños
y quiero felicitarte con todo mi corazón.
—
Mis más sinceros deseos
para mi gran amiga
y mi compañera en esta dura vida.
En grandes batallas has luchado junto a mí
y, aunque no todas las hemos vencido,
sí que ha merecido la pena luchar junto a ti.
—
Un corazón como el tuyo…
no se encuentra todos los días,
pues la bondad y la humildad reinan en él,
así como la honestidad de tus actos.
—
Mucho amor te envío amiga mía,
muchos sueños realizados espero que tengas
y que jamás pierdas la alegría por la vida.
Junto a ti siempre estaré,
bien sabes que así será.
—
Lejos o cerca siempre te recuerdo,
mi gran amiga,
¡cómo no recordarte!
si siempre me das alegrías,
apoyo y una amistad fiel y sincera.
—
No imagino una vida sin ti,
pues estaría vacía.
Por eso, el día de tu cumpleaños
lo celebro cada año,
con felicidad y alegría.
—
¡Feliz cumpleaños gran amiga!
Que tu corazón siga alegre
y no se encadene nunca a la tristeza.
Y mira siempre hacia adelante,
como lo has hecho hasta ahora.
—
Siento que la suerte se presentará en tu camino
y las lágrimas jamás volverán a tus ojos,
pero para todo… recuerda que aquí estoy,
tanto para lo bueno como para lo malo.
—
Mi vida ha sido muy dichosa,
gracias a ti.
Tu nacimiento es inolvidable,
¡cómo olvidar un día como este!
…el día que mi gran amiga nació
y que el destino unió a mí.
—
Sigamos compartiendo el mismo camino,
los mismos sueños y deseos
porque en unión seguro que los conseguiremos.
No olvides que la unión hace a la fuerza
y, así, sí que podremos con todo.
—
¡Feliz cumpleaños gran amiga mía!
Te mereces que todos los deseos se te cumplan
y sientas realizados tus más sinceros anhelos.
Nada hay que no puedas conseguir
porque eres fuerte,
más de lo que crees.
—
Tu corazón es tan grande como el universo
y tu alma es tan pura como un diamante,
así te mereces bendiciones,
besos y grandes amores.
Solo tú te mereces eso
todo lo bueno del mundo te mereces tú.
—
Mi gran amiga de siempre
que me tiene para cuando me necesite
y para cuando no me necesite también,
pues es un placer ayudarte,
escucharte y comprenderte.
—
¡Feliz cumpleaños!
¡Feliz siempre!
Espero que este día sea inolvidable,
tanto como lo es para mí el tenerte.