El trabajo me ha dado la satisfacción
de conocer a una gran persona,
más allá de su función jerárquica.
En el día de su cumpleaños,
estimado gerente,
le hago llegar mi salutación
y los mejores augurios de prosperidad
en cada proyecto que emprenda.
¡Muchas felicidades!
—
Saludar al gerente en el día
de su cumpleaños
puede parecer una formalidad,
una cuestión de cortesía
que no debemos eludir
si queremos quedar bien.
Sin embargo,
me permito disentir.
Saludarlo a usted en particular
es un honor,
y en mi caso pasa por ser
una decisión personal
en reconocimiento al trato cordial
que siempre he recibido
de su parte.
Me ha estimulado para que pueda superarme,
y eso lo valoro enormemente.
¡Feliz cumpleaños!
—
Le he escuchado decir varias veces
que un buen servicio conduce al éxito.
Usted aplica dicho lema en la empresa que dirige
porque sabe que con ello obtiene buenos resultados.
¡Feliz cumpleaños, estimado gerente,
le deseo que así como sus objetivos empresariales
lo conducen al éxito,
le suceda lo mismo en otros órdenes de la vida.
—
Crear confianza,
despertar simpatías,
fortalecer el entendimiento.
Estas son las palabras
que le he escuchado decir
como para motivar
a que haga un buen trabajo.
Tengo que reconocerle
que sus palabras no discrepan
con los propios hechos,
como lo demuestra día a día
en el trato respetuoso con el personal.
¡Feliz cumpleaños, gerente!
—
Eres un gerente muy poco convencional
aunque no por ello
dejas de ser una persona exigente
a la hora de planificar cada acción
y de llevar a cabo la tarea que te propones.
¡Al fin y al cabo
hay que convencerse
que la excelencia no está reñida
con la informalidad!
Te deseo que pases un buen
día de cumpleaños,
y que la jornada laboral
no se presente con complicaciones
o imprevistos no deseados.
¡Muchas felicidades!
—
Le deseo que en el día de su cumpleaños
se pueda relajar por un rato,
que pueda evadirse de sus altas responsabilidades.
Lo acompañaré en ese momento de distensión
y brindaré en su honor, sinceramente,
para augurarle toda la dicha que se merece.
¡Felicidades gerente!
—
Querido gerente.
En el día de su cumpleaños
le deseo que reciba gran cantidad de
llamados telefónicos,
como suele ser habitual.
Pero lo bueno sería que esta vez
no sean llamados por cuestiones
de trabajo o los recordatorios
que le hace todos los días su secretaria
para que no se olvide del cumplimiento
de su recargada agenda.
Sería bueno que hoy sea distinto,
que abunden los llamados telefónicos
pero para saludarlo y felicitarlo.
¡Muchas felicidades!
—
Muy feliz cumpleaños, estimado gerente.
Quienes trabajamos bajo sus órdenes
nos sentimos muy cómodos
y estamos contentos de poder resolver los problemas
siempre por medio del diálogo fecundo.