Hoy cumples años
y agradezco infinitamente
el tenerte conmigo
y de que goces de buena salud.
He aprendido mucho de ti
y sé que has puesto tu empeño
para conducirme por el mejor camino
y para ayudarme a enfrentar
las adversidades.
Te deseo muchas felicidades en tu día,
y que podamos disfrutar juntos
todo el tiempo que sea posible.
—
Te he escuchado decir
que ya tienes muchos años.
Pero no he notado
que estés expresando una queja.
Nunca te cansas de vivir,
y eso es maravilloso.
Al contrario de quien se enfurece
por no poder hacer algunas cosas,
te veo en paz con tu conciencia
y por ello agradecido
de los años que has vivido.
¡Feliz cumpleaños!
—
He conocido en ti
el afecto al prójimo,
la compasión por el necesitado,
el sacrificio por alcanzar una meta,
la indulgencia ante las injusticias…
Por todo ello,
celebro que cumplas muchos años,
porque todo tu tiempo no ha sido en vano.
Te considero un ejemplo de vida,
de verdad lo siento así.
¡Muchas felicidades!
—
Tienes una memoria increíble,
atesoras recuerdos hermosos
que disfruto a través de tus palabras.
Pero lo que más me asombra de ti
es que no acudes a tu memoria
para contar tus hazañas.
Acudes a tu memoria
para agradecer a los demás,
para tener palabras de reconocimiento
a quienes se han cruzado en tu camino.
La verdad,
llevas con dignidad los años que tienes.
¡Felicidades en tu día!
—
Cumplir muchos años puede ser hermoso
por todo el valor que encierra la experiencia
de lo vivido.
O cumplir muchos años puede guardar encono
por todo lo que no pudo hacerse,
por sentir que ya es tarde para muchas cosas.
En tu caso,
siempre festejas con alegría
porque tienes la conciencia tranquila
de haber obrado bien hacia el prójimo.
¡Felicidades en tu día!
—
Hoy cumples…
no sé cuántos cumples,
pero qué importa.
Lo que importa es tenerte
y poder disfrutar cada día de ti.
Brindo para que puedas estar bien
y seguir disfrutando cada día,
con mucho amor para dar
y abierto a recibir lo que te ofrecen.
¡Gracias por existir!
—
¡Felicidades en tu día!
Celebro que cumplas un nuevo aniversario
de tu nacimiento
y que, como siempre,
estés dispuesto a festejarlo con alegría.
Admiro tu carácter afable
y tu predisposición para hacer el bien
entre los que te rodean.
Admiro que aún tengas sueños
y que vayas en pos de ellos.
—
Siempre que se aproxima tu cumpleaños
pienso que no sé qué te voy a regalar.
Como sé que lo que más te interesa
es poder compartir el día con tus afectos
no me esmeraré en seguir buscando
un regalo material.
Te haré una bella tarjeta de felicitación
y te dedicaré todo el día,
para que podamos pasarlo juntos
y hacer lo que a ti más te gusta.
¡Muchas felicidades!