Tu nombre
tiene reminiscencias mitológicas,
¿lo sabes?
Eres Diana:
la diosa romana
de la caza,
intrépida, ágil y al acecho
de tu presa.
En algún sentido (no en todos)
tu eres una auténtica Diana
que está a la espera
de dar caza
a aquello que ambiciona.
¡Feliz cumpleaños!
—
Querida Diana:
hoy te recordé en tu día
tal como eres,
una buena persona
que está dispuesta
a brindarse por entero a los demás.
Hoy te recordé en tu día
y se me dibujó una sonrisa,
amplia y sincera.
Porque te estimo
te recuerdo con cariño.
Espero que la estés pasando bien
en compañía de tus seres queridos
y que se cumplan tus anhelos,
que en el futuro
puedas concretar tus sueños.
¡Felicidades!
—
Cuentan que la diosa Diana
se rodeaba de ninfas
y perros
para salir a cazar.
El mito dice que Diana
era inaccesible al amor.
Por ello,
aunque te veo como una diosa
por tus cualidades sobresalientes
no te asocio a Diana, la cazadora.
Conozco tu capacidad
de entregarte al amor,
sin importarte si vas a salir mal herida.
Por tu incondicional amor
hacia los demás
celebro tu vida.
¡Feliz cumpleaños!
—
Eres una bella persona
siempre atenta a escuchar
y a prestar tu ayuda solidaria.
Eres una persona sincera
que se brinda por entero
a quienes más lo necesitan.
En el día de tu cumpleaños
deseo que la pases bien
y que disfrutes
junto a los seres que amas
y que te aman.
¡Feliz cumpleaños, Diana!
—
En este preciso instante
pienso en ti,
querida Diana.
Pienso en ti siempre
porque tengo la suerte de conocerte,
aunque hoy pienso un poco más en ti
porque es un día muy especial,
digno de recordar y festejar.
Anhelo que la estés pasando bien,
compartiendo con quienes elijas estar
y divirtiéndote sin preocupaciones.
¡Feliz cumpleaños!
—
Pienso en ti
y se me ocurre
que tengo la suerte
de que en este instante
también pienses en mí.
Venero tu persona,
franca y bien intencionada
que transmite amor.
Por ello,
pienso en ti en el día
de tu cumpleaños,
que espero que festejes
como más te gusta.
¡Mil felicidades, Diana!
—
Carpe diem.
Palabras de Horacio,
el poeta,
que nos recuerdan
que la vida es corta
y por ello debemos apresurarnos
a gozar de ella.
Carpe diem,
querida Diana.
Disfruta la vida,
hoy y siempre.
Disfruta como tú sabes hacerlo.
¡Muchas felicidades en tu día!
—
Me encanta saludarte
en el día de tu cumpleaños
y desearte todo el bienestar posible.
Te considero una gran persona, Diana,
por ello te tengo presente
en un día tan especial como hoy
aunque también todos los días del año.
Valoro el hecho de conocerte
y de poder disfrutar de tu compañía.
Gracias por estar.
¡Feliz cumpleaños!