Muchas felicidades cariño,
no puedo regalarte lo que
tú más deseas que es la libertad,
pero sí te mando desde aquí lo que tú quieres
más que es mi amor.
—
Felicidades amor mío,
digan lo que digan esas
leyes que hacen esos
verdaderos delicuentes
de cuello blanco, los
que te queremos sabemos
que eres una buena persona
y no mereces estar encerrado.
—
Felicidades cariño, anímate
pensando en todos los cumpleaños
que vamos a celebrar con la felicidad
plena que nos dará gozar de tu libertad.
—
Muchas felicidades de parte mía
y de toda tu familia, mucho ánimo
que pronto disfrutarás del mejor regalo
que se te puede hacer que es el volver
a ser libre.
—
Felicidades amor mío,
igual que a los pájaros
no se les olvida volar
pese a estar enjaulados,
estamos seguros que a
ti tampoco se te va a
olvidar como se puede
ser feliz en libertad.
—
Muchas felicidades,
digan lo que digan sobre ti por haber
cometido un error, los que
te conocemos de verdad sabemos
quien eres tú en realidad
y lo mucho que vales.
—
Muchas felicidades
no hay mayores héroes
que los que son capaces
de soportar la injusticia
aguardando con costosa
paciencia que llegue el
momento de poder volver
a disfrutar de la vida.
—
Muchas felicidades,
aunque la justicia de los
hombres diga que tienes
que estar ahora en la cárcel
la divina que es infinitamente
más justa seguro que te absolverá.
—
Cariño, muchas felicidades
y piensa en el momento
en el que cambiaras
esa celda por nuestro
lecho de amor.
—
Muchas felicidades
amor mío solo los que pasan
por situaciones como la tuya
saben de verdad lo que importa
en la vida, y todo eso lo tienes
aquí, aguardándote para cuando salgas.
—
Muchas felicidades amor mío,
cuando seas libre prometo convertir en tiempo
de dicha cada instante que hayas
pasado encarcelado ahí.
—
Muchas felicidades cariño mío,
todos esos que han hecho
caer todo el peso de la justicia
sobre ti, todos aquellos que te señalan,
seguro que no tendrían el coraje de
aguantar ni un día ahí, ni tampoco la capacidad
que vas a tener tú de volver a ser feliz
al recobrar la libertad.
—
Muchas felicidades amor,
se puede encarcelar un cuerpo,
pero no un alma ni un corazón,
volverás a ser libre y todo el mundo
contemplará la limpieza que atesoras en tu alma
y todo lo es capaz de amar tu corazón.
—
Felicidades amor mío,
a lo que siento por ti
no se le puede poner
cadenas.