Estimado cliente.
En el día de su cumpleaños
le deseo muchas felicidades.
Como siempre,
le reitero mi compromiso
de llevar adelante
una relación fructífera,
con respeto y solidaridad
por encima de todas las cosas.
¡Congratulaciones!

—

El cliente siempre tiene la razón,
así reza un proverbio muy conocido.
Claro, siempre se valora al cliente
porque sin dudas es muy importante
cuando se brinda la posibilidad
de establecer con el otro
un trato sincero,
que signifique compromiso, lealtad, respeto.
Por una relación de mutuo acuerdo
y por un feliz cumpleaños
elevo mi copa y brindo
por mi cliente preferido.

—

A un buen cliente
se lo felicita de corazón
en el día de su cumpleaños.
Y se le desea que pueda
cumplir sus mejores anhelos
y alcanzar las metas que se proponga.
Por ello,
¡sinceras felicidades, querido cliente!

—

Con reglas claras
la relación con un cliente
prospera y se enriquece,
y hasta puede transformarse
en una amistad sólida
y duradera.
En el día de tu cumpleaños,
estimado amigo-cliente,
te deseo toda la felicidad
que realmente te mereces,
en compañía de tus afectos.
¡Congratulaciones!

—

Quien tiene un cliente
establece una relación muy especial
que en realidad es un ida y vuelta
de favores y lealtades.
Quien tiene un cliente
le dispensa un trato cordial,
que cuando es mutuo
puede hacer crecer la relación
hasta que se convierta
en un vínculo entrañable.
Por el puente que hemos construido,
estimado cliente,
mis deseos sinceros de felicidad
en el día de su cumpleaños.

—

Todas las relaciones humanas
tienen algo bueno
y tal vez algo perfectible.
En el caso de la relación
que se entabla con un cliente
para que perdure
debe ser sin engaños.
Y si ambas partes se sienten conformes
siempre será una relación perfectible,
porque es humana
y se construye paso a paso,
en el tiempo.
¡Feliz cumpleaños, querido cliente!

—

Lo mejor de tener un cliente
es poder conocer sus cualidades
un poco más allá del trato profesional.
En un buen cliente
se puede descubrir
a una persona ávida
por relacionarse con el otro
y poner lo mejor de sí
para que la relación prospere.
Tú eres el cliente ideal
y no lo digo por tratar de ser gentil.
Tu eres el cliente ideal
porque sabes pedir y escuchar.
¡Feliz cumpleaños!

—

A un cliente
le podemos brindar servicios
o vender productos.
Lo importante es que lo que le ofrezcamos
sea genuino,
que colme sus expectativas
y no se sienta defraudado.
La relación con el cliente
en algún punto es frágil
si no somos honestos.
O puede ser una relación afortunada
como la que nos une,
querido cliente.
Ambas partes hemos sabido
cumplir con nuestro cometido.
En el día de tu cumpleaños
te deseo muchas felicidades,
hoy y siempre.

—

Te deseo que en el día de tu cumpleaños
puedas vivir momentos extraordinarios
de esos que se dan unas pocas veces en la vida
y que te llenan el alma de gozo.
Y también deseo que sigas siendo el mejor cliente
porque ello me reconcilia
con aquellos clientes que son insoportables
y que quieren tener la razón en todo,
aunque no la tengan
y se den cuenta de ello.
¡Felicidades, cliente ideal!

—

Siempre pensé que un cliente
era alguien que veíamos de vez en cuando
y con quien no trabábamos
una relación profunda ni duradera.
Contigo me equivoqué,
lo confieso.
De verdad,
he descubierto que un cliente
también puede convertirse en un gran amigo.
¡Muy feliz cumpleaños!

—

Comenzaste siendo un cliente asiduo
y hoy eres un cliente amigo,
¡vaya diferencia!
Me alegra que podamos entendernos
tanto cuando hablamos de negocios
como cuando nos preguntamos
por nuestros afectos
y nos hacemos confesiones
que pertenecen al ámbito
de la vida privada.
¡Te deseo un feliz cumpleaños!

—

Nuestra relación se fue construyendo
de a poquito,
en el trato comercial,
se podría decir así.
Sin embargo,
un buen día nos encontramos
conversando de todo un poco,
sin apuro por cortar el diálogo.
Y me gustó darme cuenta
que había encontrado un nuevo amigo,
leal y siempre dispuesto
a tender una mano al prójimo.
¡Feliz cumpleaños, estimado cliente!

—

¡Feliz cumpleaños!
Por suerte,
cuento con un cliente cordial
que siempre me da gusto atender
y prestarle mis servicios.
Me complace desearte
que tengas un buen día
y que tus sueños se hagan
realidad,
hoy y siempre.

—

¡Si todos los clientes fueran como tú
qué grato sería cumplir con mi trabajo!
¡Si todos los clientes fueran como tú
venir a trabajar sería como ir al club!
Te deseo que el día de tu cumpleaños
la pases de maravillas,
rodeado de los seres que amas.
Y me gustaría que en el futuro
pueda seguir teniendo el placer
de encontrarte más seguido,
para hacer negocios
o, simplemente,
para hablar con un amigo.

—

Me considero una persona afortunada
por haber encontrado un cliente como tú,
que siempre está dispuesto
a poner lo mejor de sí
para que ambas partes se beneficien.
Yo también pongo todo de mí
porque me complace atender a un cliente como tú.
¡Muchas felicidades en tu día!

—

Le dedico muchas horas al trabajo
y siempre hay sinsabores,
problemas que hay que resolver
porque un cliente no está conforme
o porque un cliente está conforme
pero igual quiere un poco más.
Si todos los clientes fueran como tú
la vida se me haría más fácil
y no tendría necesidad
de ponerme de malhumor.
¡Feliz cumpleaños!
E infinitas gracias
por tu buena disposición
a resolver los problemas.